4 de marzo de 2017

Semejanza



Una aventura es ser abuela de dos chiquitines que son cómplices en todo momento y esta no fue la acepción. Esta experiencia se da en un momento crucial de mi existir. Se abría un sendero donde yo podría ir descubriendo mi capacidad de contacto con mi alma y con los seres de luz que vibran en el Amor, respeto y el reconocimiento de mis limites al estar en la materia que conforma mi cuerpo.
Nadie podría mover ningún segundo de lo que he vivido. Por cada sorpresa espiritual recupero un conocimiento sobre mi misma y de porque esta mi alma aquí en esta tierra.

Martha Vega.