- En un acto libre que me otorga el hecho de ser consciente y responsable de mi existencia, logro compartir mi de vida. Mi libertad se basa en el amor y el respeto. Mi búsqueda termino en el momento en que me recupere a mi misma. Voy recordando quien soy en cada paso de mi vida. Mis ayeres fueron en momentos difíciles de comprender por mi, sin embargo valoro igual lo que me han aportado. Deje de juzgar mis actos y valorar mi sentir en base a cada uno.Aprendí a compartir con la naturaleza que en su lenguaje le brinda a mi Ser, el maravilloso impulso que requiero como mujer para tener todo lo que quiero. En la medida que voy fortaleciendo mi fe en mi, son mis logros y consciente de que mientras este en este plano quiero seguir recordando quien soy.
25 de marzo de 2010
Quiero compartir con quien desea hacer lo mismo.
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Que bonitas palabras,todo lo que dices,me hizo pensar en mi,en mis perdidas,en mis alegrias y fracasos,SALUDOS DESDE NC.
ResponderEliminar¿Recordar?, creo que es mejor vivir, los recuerdos pesan mucho y no nos dejan avanzar como me ha pasado a mi, pero a base de vivir el presente es como voy armando mi futuro para que mis recuerdos no me pesen.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos a Malhechecito también.
que hermoso pensamiento...saludos muchos...
ResponderEliminarhola, vine recomendado(y no le fallo) por el buen patricio(malechecito), amiga, cuenteme entre unos mas de sus seguidores.
ResponderEliminarATT.
Miguel Angel Cruz Lara, Regio de corazón y catarrin por convicción.
Buenas! Compra tamales? Jaja. No se crea. Vengo desde el blog del malhechecito y vengo a dar lata.
ResponderEliminarNo cherto, muy bonito escrito, no hay nada mejor que reencontrarse uno mismo con su anterior "yo" o el "yo" libre.
Un besote.
Me gustó la forma en que hablas de ello. He estado, durante un tiempo largo, el necesario, convaleciente de mi mismo. Creo que hoy comprendo mejor tus palabras. Dejame contarte que en la mañana salí a correr, me refiero al ajercicio, no me perseguia un perro ni tampoco asalté una tienda de abarrotes. De regreso, entre los puestos de barbacoa, tamales y jugo de naranja, pensaba en que la espiritualidad se experimenta de manera muy intensa cuando tienes a un maestro a tu lado. Pensaba tambien que a veces no es fácil reconocer a uno. Muchas veces hasta escapamos de ellos (por diversas razones). Queria decirte, al fin, que descubrí que tu, te guste la idea o no, has resultado ser un excelente maestro para mi. Muchas gracias por eso. Besos.
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