3 de junio de 2015

El Refugio Soy Yo.




Busco refugio dentro de mi corazón, late constante y preciso por todo lo que siento. En momentos se detiene una fracción de segundo y es cuando el dolor amenaza con acabar la mente con pensamientos que conllevan a la perdida del sentido exacto de la experiencia; por dolorosa que sea, es mía y la tengo tatuada en el marco de la existencia. Aun no se si volveré a nacer  o quizá deba continuar en un sendero que abandone para venir a rescatar y recordar quien soy y quienes son los que me han amado en esta vida.

Quien realmente quiere volver a esta vida doliente. La respuesta la tendré cuando regrese a la Luz de Dios. La vida aun así tiene extraordinarios matices para pintar cada experiencia, ninguna es igual a otra. Como tampoco la mía haría que alguien comprendiera y aceptara ir tras su verdad. Aveces he sido ilusa a cambio de un respiro profundo de vida; es algo que solo quien lo experimenta sabe de lo que hablo. Sin reclamo o reproche me refugio en cada una de mis verdades comprobadas por mi. Reconozco que en momentos cuando tome cierta responsabilidad sobre los demás, fue porque mi corazón lo pedía.

Cuando el corazón dicta uno siente la inercia que nos lleva hacia un rumbo inimaginable donde nos esperan experiencias valiosas y en ningún momento  la duda o el temor se hacen presentes. Comienzo a comprender lo que en realidad es fluir en la vida, mas claro......! Vivirla con todo lo que se tenga y aun con lo que no se tenga, al final no son las cosas lo que nos define. Las personas que se van o se apartan de nuestro lado tampoco nos definen y sin embargo alguna, llega a ser un gran resplandor en la vida de uno, lo suficiente como para sonreír viviendo no de su recuerdo y si de su presencia en este mundo.

El gran legado que nos brinda el ser amados, es la libertad.

Martha Vega.


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