El Universo prepara caminos.

Me siento vulnerable al viento. Al canto de las aves que en todo momento es la voz de Dios. Al sonido de las aguas de los lagos lejanos y tan cerca ahora de mi corazón; impulso espiritual. Vulnerable a los cielos de amaneceres de promesas a cumplir siempre y de los que hablan del termino del paso del hombre; noches de arrullo de Dios. Vulnerable a caminos ancestrales que en la antigüedad fueron veredas cubiertas de huellas de seres que hoy dirigen mi paso y guían mis sentir hacia el descubrimiento de memorias espirituales.

Me siento vulnerable a la fe que sin ser ciega, dirige y es impulso de mi espíritu. Me siento vulnerable a mi sentir mas que a mi razón que no es mas que la suma de creencias equivocas del ayer deteniendo mi andar y me perdi de mi. Es el misterio de mi existir el que me mantiene pisando la Tierra.

El amor ocupaba mis espacios de ayeres vacíos de razón. El mismo que procede del hombre que me abriga y sostiene mi alma en la suya. De su presencia que hoy deseo tener y que en el camino lo llevo, comprendiendo que así es ahora y mañana correré de su mano para mirar pelicanos y gaviotas, cubiertos de amor y de verdad. Cierto que me siento vulnerable a todo recuerdo sabio y a la maravilla que me deja cada experiencia; Esperanza. Y la oración ultima de gratitud por este y todos mis instantes.